La recuperación del espacio público para las personas implica que la ciudad debe dejar atrás, medios de transporte poco eficientes. Nuestra intención será dar paso a transportes más eficientes. Hablamos de dos conceptos: una red de ciclovías seguras consistente y bien pensada, y una red de transporte público de calidad.
En esta ocasión nos vamos a centrar en el primer concepto, ¿qué son ciclovías seguras?
Debemos tener claro que ciclovía es el nombre genérico dado a parte de la infraestructura pública destinada a la circulación de bicicletas. La ciclovía puede ser cualquier carril de una vía pública que ha sido señalizado apropiadamente para este propósito o una vía independiente donde se permite el tránsito de bicicletas.
Tenemos 3 tipos de soluciones, según la forma que tengan de compartir el espacio público:
- Vías reservadas: Donde el tránsito de vehículos a motor no está permitido. Son las vías verdes o rutas ciclistas en los parques. En muchas ocasiones se permite el tránsito de peatones.
- Vías segregadas: Transcurren a lo largo de una ruta en la que también circulan vehículos de motor (carril-bici) o peatones (acera-bici). Delimita una porción específica del ancho de la vía para las bicicletas. Pueden tener separadores o delimitadores de carril, o pueden no tener ningún tipo de protección al ciclista.
- Vías integradas: Son aquellas en las que la circulación de ciclistas es compartida con la de otros vehículos a motor. Se siguen siempre las normas de tránsito locales . En ocasiones incluso pueden tener un tratamiento propio para facilitar la circulación de las bicicletas.
Soluciones distintas para cada situación
Las vías integradas son una buena solución para implementar ciclovías seguras en calles estrechas. Pero en todo caso debería implementarse limitaciones de velocidad a menos de 30km/h. De esta manera reforzamos la seguridad de los ciclistas que comparten la vía con vehiculos a motor.
Las vías segregadas son peligrosas en los cruces, ya que el ciclista queda en una mala posición con respecto a otros vehículos.
Afortunadamente existen elementos que ayudan a aumentar la seguridad en las ciclovías. Por ejemplo los delimitadores de carril, las luces empotradas, el pavimento rugoso, etc.
En todo caso siempre debemos valorar los pros y contras de cada solución. Como consecuencia intentaremos pensar siempre en el personaje más vulnerable, el ciclista.