Ciudades inteligentes para ser usables y cómodas para todos
Este título bien podría ser el resumen de la conferencia, <<La accesibilidad y las Smart City>>, que tuvo lugar el pasado 18 de mayo en la segunda edición de EXPO+ACCESIBLE, la primera feria virtual iberoamericana de accesibilidad, sostenibilidad y turismo, en la tuve el privilegio de participar como especialista en accesibilidad, de nuevo este año.
Junto con Mª Cruz Blanco, Diego Pizano, Paola Díaz Álvarez y Laura Moreno, como moderadora de la conferencia, hablamos de que lo más significativo de las ciudades inteligentes radica en que entienden el espacio público como espacio humanizado, diseñado por y para las personas.

Una ciudad inteligente es la que facilita la interacción del ciudadano con los diversos elementos institucionales, urbanos, y tecnológicos, haciendo que su vida cotidiana sea más fácil.
Por ello, la accesibilidad debe ser un eslabón imprescindible dentro de la cadena del diseño de dichos espacios.
En este sentido, como ejemplos prácticos, expuse dos proyectos que Safe City ha llevado a cabo en dos ciudades tan diferentes como son A Coruña (España) y Lima (Perú). Siendo, como digo, ciudades tan sumamente distintas y distantes, no sólo geográficamente hablando, en ambos casos tratamos de dar un uso más accesible y cómodo para las personas.
El primer proyecto consiste en el soterramiento de una carretera que dividía la ciudad en dos. Nos encontramos con una zona degradada, pero que nos permitía recuperar un espacio público y devolvérselo a los ciudadanos.
Trabajamos para que los vecinos pudieran disfrutar de ese nuevo espacio y, a su vez, gracias al promotor que quiso no solo cumplir la normativa, sino dar un paso más, proyectamos una zona peatonal más visible, bien señalizada y usable para los niños de un colegio cercano, ya que era su lugar de paso habitual. También detectamos un paseo al lado del mar que era susceptible de ser conectado con este nuevo espacio y que, en principio, no estaba teniéndose en cuenta durante la actuación. Generamos una zona estancial moviendo los estacionamientos, devolviendo el mar a los vecinos.
De nuevo, colocamos a las personas en el centro haciendo que estos espacios ya no solo fueran usables y cómodos, sino que crearan sensaciones y recuerdos placenteros en las personas.
En cuanto al segundo proyecto, se trata de una zona desarrollada por una entidad privada. Unos edificios de oficinas que lindan con un centro comercial, por lo que estos dos espacios se querían enlazar.
Como en el anterior proyecto, el promotor quiso dar un paso más allá de la normativa y concebimos la zona como un lugar en el que, tanto los trabajadores de las oficinas como las personas que acudían al centro comercial, pudieran hacer un uso accesible, atractivo y cómodo, en donde les apeteciera estar y que les provocara, como en el primer ejemplo, sensaciones agradables.
Afortunadamente, tanto estos dos proyectos como muchos otros se hacen realidad gracias a aquellos que, como siempre digo, dan un paso más y no se quedan solo en la normativa vigente.
Como conclusión de la conferencia, diría que, cuando hablamos de ciudades accesibles, estamos hablando de poner la tecnología e innovación al servicio de las personas, provocándoles sensaciones, humanizando los espacios… En definitiva, generando entornos conectados, no entornos aislados; colocando a las personas en el centro.