El pasado 2 de setiembre, la peruana Angélica Espinoza nos regaló un momento palpitante tras llevarse el oro en la disciplina de parataekwondo, y además también nos llenó de esperanza a aquellos que venimos trabajando por la visibilización e inclusión de todas las personas más allá de las barreras físicas y/o cognitivas.
¿Porqué?
La noticia se celebró no solo en medios tradicionales de difusión, sino también en páginas con otros contenidos y con mucho alcance.
Esto quiere decir que cada vez somos más los interesados en darle un giro consciente a nuestras vidas con respecto a la de los demás. Más personas preocupadas por la accesibilidad y la inclusión.
El mensaje que nos deja Angélica parece ser más un recordatorio que un concepto nuevo: las personas con discapacidad no necesitan de un mundo distinto o irreal para desarrollarse con plenitud. Lo que necesitan es que solucionemos y afrontemos juntos las barreras existentes.
Queremos cerrar este post con una de las citas favoritas de Angélica, escrita por Frida Kahlo: “Allá voy de nuevo, entera o a pedazos…pero allá voy”.
Esta frase es reflejo de su espíritu de lucha y constancia por no dejarse desfallecer ante los estigmas sociales.
Gracias a todos los deportistas paralímpicos por ser inspiración para aquellos que aún no ven la luz en el camino.