Cuando pensamos en movilidad sostenible, se nos viene a la cabeza las ciudades nórdicas. Con sus bicicletas, sus calles peatonales, sus ciudadanos concienciados con el uso de transporte público.
Cuando nos preguntamos si en Lima se pueden aplicar mejoras en la movilidad y accesibilidad, siempre hay quien dice que en Latinoamérica no es posible.
Pues bien, existe una red, de la que desde esta semana forma parte Medellín, compuesta por 25 ciudades de 9 países de América Latina, conocida como Musal.
Entre estas ciudades se incluyen las que han sido pioneras en materia de movilidad sostenible en el continente americano, como Curitiba en Brasil y Santiago de Chile.
Esta Red le reconoció a Medellín el trabajo realizado para la integración intermodal de los sistemas de transporte como el metro, metrocable, metroplús, bicicletas y tranvía. En Medellín están apostando por la generación de espacios para el peatón, para la bicicleta y todo debidamente integrado a un transporte incluyente, eficiente y ambientalmente sostenible
Además, la ciudad también ha recibido el premio LEE KUAN YEW en Singapur, premio que se da a las ciudades modelo de renovación urbana. Hasta ahora solo lo han recibido 4 ciudades en el mundo.
Con estos dos reconocimientos en tan poco tiempo, se premia el esfuerzo de la ciudad por evolucionar desde una situación que ocurrió en muchas ciudades de Latinoamérica, donde proliferaron asentamientos urbanos en su periferia que carecían de los servicios mínimos, de accesibilidad y de transporte público. Después de dos décadas de esfuerzo, determinación y visión, consiguieron aportar nuevas ideas para afrontar las dificultades de estos asentamientos humanos. Ya que no se podía eliminar las informalidades, tuvieron que inventar nuevas fórmulas para reurbanizar.
Las viviendas fueron rehabilitadas, con lo que los residentes mejoraron sustancialmente su calidad de vida. Un tiempo después se lanzaron nuevos proyectos sociales y de infraestructura. Conectar las zonas más inaccesibles de la ciudad se convirtió en una prioridad y una gran preocupación. Medellín fue la primera ciudad en el mundo en implementar un sistema de teleférico como medio de transporte público de tiempo completo, además de emplearlo con proyección social. El metrocable es complementario al metro de Medellín, y atiende las necesidades de transporte de algunos de los sectores menos favorecidos de la ciudad.
El espíritu de comunidad generado fue imprescindible para que esta renovación urbana fuera un éxito. Los beneficios para los residentes en estos barrios donde se realizaron los trabajos de mejora eran palpables. La mayoría destacaba que su calidad de vida había mejorado considerablemente. Eso hizo que en muchos de los asentamientos informales, las comunidades de propietarios aumentaron, y los residentes se involucraron para mantener sus zonas públicas de recreo en buen estado.
Ahora pensemos en Lima y recapacitemos si sería o no seria posible ser como Medellín.