JARDINES Y PARQUES ACCESIBLES
La vida urbana tiene como epicentro las plazas y los parques, el punto de encuentro y socialización de los vecinos. Diariamente, niños y mayores, jóvenes y adultos usan los parques para el deporte, como espacio de juegos, para pasear… Asegurar la accesibilidad en cualquier espacio público es de suma importancia. Más aún lo son los parques accesibles, donde son los niños los principales beneficiarios de cualquier acción que se lleve a cabo.
Lo primero que hay que tener en cuenta son las grandes dimensiones de los parques y su función como nodos de caminos. Van a requerir, por tanto, de elementos que permitan orientarse. Mediante señalización expresa, uso de pavimentos tacto-visuales o mediante el empleo de elementos singulares que sirvan de referencia, como pueden ser estatuas, fuentes o similares que faciliten al usuario identificar su posición en el entorno.
Ocurre que en los parques, al ser una zona con vegetación, por lo general los caminos son en suelos sin pavimentar de materiales compactados o similares. Muchas veces nos encontramos con caminos con materiales sueltos, o caminos discontinuos que no permiten un fácil acceso.
Si tenemos en cuenta los principios que rigen la accesibilidad universal en cualquier entorno, en el diseño de una plaza, jardín o parque accesible debemos prestar especial atención a:
– El entorno: topografía, desniveles y pendientes que deben ser tenidos en cuenta.
– El trazado de itinerarios peatonales: conexión de zonas estanciales, juegos o de otros usos.
– Correcta señalización: que permita la perfecta ubicación del usuario.
– Disposición del mobiliario, elementos decorativos, jardines o similares: Respetando el trazado de itinerarios peatonales accesibles y al mismo tiempo configuran las zonas de distintos usos
LA NECESIDAD DE TENER PARQUES INFANTILES ACCESIBLES
Los niños y niñas necesitan espacios de juego donde compartir su tiempo. No importa cuáles sean sus capacidades para que aprendan a vivir en igualdad, sin que las diferencias sean un obstáculo. Los parques infantiles en plazas y parques se convierten en el lugar idóneo para ello.
Si lo pensamos bien, los parques infantiles creados con criterios de accesibilidad son más innovadores, divertidos, más seguros y no más caros, siempre que se planifiquen bien desde el inicio. Además, si los niños aprenden desde pequeños a ver la discapacidad como algo normal, la inclusión e integración formarán parte de su vida para siempre.
Existen muchos elementos que pueden convertir un parque en una zona de integración e inclusión. En el mercado se pueden encontrar todo tipo de juegos. Existen columpios para niños en sillas de ruedas, pasarelas con rampa que les permitan moverse con comodidad y hasta juegos sensoriales. Es importante señalar que, habrá que incluir la información relativa a cada juego de tal modo que se identifiquen como adecuados para el uso de personas con movilidad reducida.
Otro aspecto importante es garantizar que el mobiliario urbano esté pensado para que pueda ser usado por todos. Por lo tanto debe cumplir con unas dimensiones determinadas. Los bancos deben ser ergonómicos, que cumplan con facilitar su uso por cualquier persona. Existen fuentes pensadas para que personas en sillas de ruedas puedan acceder y refrescarse cómodamente.
Pero también se debe prestar atención a otros elementos dentro de un parque. Por ejemplo, deben instalarse zonas de sombra si es que los árboles no son suficientes.
Los pavimentos por los que se accede al parque deben poder ser usado por todas las personas. Hay que evitar grava suelta o arena, ya que una silla de ruedas no puede circular. Se prefieren pavimentos de concreto o de tierra bien compactada, aunque esta última solución exige un mantenimiento mayor. También para la zona de juegos se recomienda el pavimento de seguridad para niños.