Esta semana hablábamos en este post sobre parques accesibles y han surgido, por parte de nuestros lectores, algunas sugerencias que complementan las medidas que nosotros mencionamos, entre otros, los pavimentos accesibles.
Detengamos nuestras miradas en aquellos parques cerca de nuestra vivienda. Son los espacios donde llevamos a nuestros hijos o al que van a pasear nuestros mayores. Son los parques en los que disfrutamos de la tranquilidad de la brisa entre los árboles y de la bulla de los niños jugando.
Ahora pensemos. ¿Cuántas personas con discapacidad vemos en estos parques? Pocas, pero no por las razones que podríamos creer. No van a estas áreas públicas porque no pueden, no porque no quieran. La realidad es que los parques no están pensados para todos podamos disfrutar de ellos.
Una medida fundamental para conseguir que sean accesibles es facilitar el ingreso a todas las personas. Seguramente veríamos más sillas de ruedas en los parques si estas pudieran ingresar sin dificultad en los mismos.
Es importantísimo elegir bien el tipo de pavimento que se emplea. Tengamos en cuenta que una silla de ruedas no puede moverse cómodamente por cualquier piso. Lo principal es conseguir un recorrido continuo que, empezando desde el ingreso del parque, permita recorrer todas sus zonas.
Los mejores pavimentos accesibles
Existen soluciones para que el ingreso y los caminos en los parques sean accesibles. Estas soluciones además mejoran la estética de las áreas verdes:
- Concreto: Se debe asegurar una superficie lisa pero antideslizante en seco y mojado. Es un error bastante común hacer que la superficie de concreto brille, porque la convierte en deslizante en mojado. Debemos asegurarnos de que esto no ocurra.
- Pavimento asfáltico: Es una muy buena solución. Drena muy bien y se consigue evitar la acumulación de agua si se le da la pendiente adecuada. Se le puede dar un un aspecto más natural aplicando un acabado epoxi con arena.
- Capas de piedras machacadas con algún aglutinante: Tiene la complicación de que se le debe dar un mantenimiento algo mayor para asegurar la accesibilidad a largo plazo.
- Madera: Con piezas en el sentido perpendicular a la circulación, siempre que las juntas sean inferiores a 1,50 cm.
- Adoquines planos sobre una base dura: Deben instalarse muy bien para evitar que con el tiempo se asienten y aparezcan irregularidades.
- Suelo no tratado: Siempre que se mantenga un 90% de proctor modificado. Necesita un mantenimiento mucho mayor para evitar que se produzcan erosiones que dificulten el paso.
- Pavimento de caucho: Es un pavimento de seguridad que se suele usar para amortiguar la caída de niños en zonas de juegos, caminos, gimnasios, etc.
Los parques y la accesibilidad es un tema interesante, porque por un lado las intervenciones deben ser respetuosas con el espacio natural, pero queremos que los espacios públicos sean accesibles para todos. Este y otros muchos temas se tratan en nuestros cursos de capacitación en el Instituto de Accesibilidad
Es importante señalar que debemos evitar cualquier solución que tenga materiales sueltos, como la grava, el acolchado o la arena, ya que no son pavimentos accesibles. Si ya es difícil caminar por estas superficies para cualquiera sin discapacidad, mucho más lo es para personas con movilidad reducida.